Por suerte, en la actualidad, el modelo de sesión que está generalizado y aceptado relativamente por todos los profesionales es el que responde al principio progresivo de la actividad que establece que la sesión debe contener tres partes fundamentales: Calentamiento, Parte principal y vuelta a la calma. Así mismo, la forma de plantear las clases afortunadamente también ha cambiado con respecto a la “gimnasia” de antaño. Hoy en día entendemos que es el juego el motor fundamental y medio ideal para la consecución de nuestros objetivos tanto por su factor motivador como por su elemento integrador.
Pero, ¿en qué consisten dichas fases?
1ª. - Fase Inicial : Posee dos subfases: organizativa y puesta en acción. La organizativa hace referencia a la organización del material a utilizar - con o sin los alumnos- y la información y explicaciones a dar a los niños sobre la sesión que se va a desarrollar. La puesta en acción puede realizarse bien a través de un calentamiento o a través de unas actividades físicas iniciales, en forma de juegos genéricos.
2ª.- Fase Fundamental : que debe tener una serie de características (tener una duración mayor que las otras dos fases juntas, desarrollar los contenidos y objetivos de la sesión, diseñar actividades globales (varios contenidos) e integrales -que impliquen los ámbitos motriz, cognitivo y afectivo-; evolucionar de lo simple a lo complejo y de lo general a lo específico; alternar intensidades; variedad de ejercicios; etc.).
3ª.- Fase Final : Con dos subfases: una "práctica", (mediante una "vuelta a la calma" o una "actividad final motivante" ) y otra "organizativa" (de “balance” de la sesión o “puesta en común” y conclusiones). Dentro de esta última parte encontraríamos un tiempo que en mi opinión adquiere mucha importancia: “El tiempo de aseo” (momento que ha sido destacado por autores como Marcelino Vaca en su libro “La educación física en la práctica de la educación primaria”.
Aunque pueda parecer que este momento carece de importancia, la propia legislación educativa destaca de forma implícita la necesidad de llevarlo a cabo, cuando hace referencia al trabajo de objetivos y contenidos vinculados con la salud y el cuidado de uno mismo. Así pues el currículo de Primaria a través del Real Decreto 22/2007, de 10 de mayo señala dentro de los Objetivos Generales de Etapa “Valorar la higiene y la salud, conocer y respetar el cuerpo humano, y utilizar la educación física y el deporte como medios para favorecer el desarrollo personal y social” y dentro del currículo de EF destaca en los Objetivos Generales de Área “Apreciar la actividad física para el bienestar, manifestando una actitud responsable hacia uno mismo y las demás personas y reconociendo los efectos del ejercicio físico, de la higiene, de la alimentación y de los hábitos posturales sobre la salud”.
Y es que a través del momento dedicado al aseo, se trabaja un amplio abanico de hábitos. Desde aquellos hábitos vinculados a la higiene personal (favoreciendo el gusto por estar limpio) como otros relacionados con el cuidado de nuestro entorno (sensibilizándoles de la importancia de no derrochar agua cerrando el grifo cuando no lo utilizan), e incluso de valores de cooperación con los compañeros/as (prestándose jabón, peinándose unos a otros…)
Como vemos, las sesiones de Educación Física, responden a una estructura que abarca el trabajo de todo tipo de capacidades y valores, ya que lo que pretendemos es llevar aprendizajes que nos ayuden a vivir mejor; aprendizajes “por y para la vida”.